lunes, 27 de septiembre de 2010

Los últimos asesinatos del fascista

Hoy, 27 de Septiembre, se cumplen 35 años de los últimos fusilamientos en España, de los últimos fusilamientos en Europa Occidental. El dictador fascista asesino Francisco Franco, al que muchos ya disculpan en estos días, incluso algunos políticos tan beligerantes para con otros como Jaime Mayor Oreja calificó el franquismo como “tiempo de extraordinaria placidez”, otros como el supuesto historiador Pío Moa le llaman “demócrata”. El caso es que la hiena insaciable murió matando, desoyó incluso las súplicas del papa.
Hoy he querido traer a este rincón la carta que José Humberto Baena, uno de aquellos fusilados escribió la noche antes a sus padres. Él siempre negó los hechos, no hubo ni una sola prueba que le inculpara, tan sólo su propio testimonio sacado entre estremecedoras torturas durante horas (para que algún memo hable de “placidez”).
Hasta que supuestamente cometiera aquel asesinato, su mayor acto criminal había sido el lanzamiento de cócteles molotov. Aquí os dejo sui foto, dejo su carta y el recuerdo de aquellos asesinatos. Los que asesinan, son asesinos, no tiene otro nombre.

Papá, mamá:

Me ejecutarán mañana de mañana.
Quiero daros animos. Pensad que yo muero pero que la vida sigue.
Recuerdo que en tu última visita, papá, me habías dicho que fuese valiente, como un buen gallego. Lo he sido, te lo aseguro. Cuando me fusilen mañana pediré que no me tapen los ojos, para ver la muerte de frente.
Siento tener que dejaros. Lo siento por vosotros que sois viejos y sé que me queréis mucho, como yo os quiero. No por mí. Pero tenéis que consolaros pensando que tenéis muchos hijos, que todo el pueblo es vuestro hijo, al menos yo así os lo pido.
¿Recordáis lo que dije en el juicio? Que mi muerte sea la última que dicte un tribunal militar. Ese era mi deseo. Pero tengo la seguridad de que habrá muchos más. ¡Mala suerte!
¡Cuánto siento morir sin poder daros ni siquiera mi último abrazo! Pero no os preocupéis, cada vez que abracéis a Fernando, el niño de Mary, o a Manolo haceros a la idea de que yo continúo en ellos.
Además, yo estaré siempre con vosotros, os lo aseguro.
Una semana más y cumpliría 25 años. Muero joven pero estoy contento y convencido.
Haced todo lo posible para llevarme a Vigo.
Como los nichos de la familia están ocupados, enterradme, si podéis, en el cementerio civil, al lado de la tumba de Ricardo Mella.
Nada más. Un abrazo muy fuerte, el último.
Adios papá, adios mamá.
Vuestro hijo:
José Humberto